Biarritz: el encanto imperial de ayer y las buenas vibraciones de hoy

pastel de Miremont
pastel de Miremont
La playa de Biarritz con mi hijo
La playa de Biarritz con mi hijo

Cuentan las malas lenguas que, en la pequeña población ballenera de Biarritz, Eugenia de Montijo, esposa de Napoleon III, encontró un lugar de sosiego donde olvidar las tragedias que azotaron los últimos años de su vida.

Pero lo cierto es que, a la emperatriz francesa las preciosas playas de arena fina y las aguas marinas terapéuticas de Biarritz, la tenían enamorada desde hacía tiempo.

Tanto que Eugenia construyó una residencia de verano junto al mar, que ha pasado a ser el actual Hôtel du Palais. Su presencia atrajo a toda la nobleza europea y rusa, convirtiéndose en el destino de moda de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Hoy, ese aire lujoso y aristocrático de la era imperial de Biarritz se entremezcla con las buenas vibraciones y la filosofía “chill out” de la cultura surfera que ha sabido aprovechar el incomparable furor del oleaje del Mar Cantábrico.

Por eso, tanto si eres amante de la historia, como si viajas a todos lados con tu tabla de surf, como si te apasiona la buena gastronomía, Biarritz es una excursión obligatoria desde Villa Argentina.


Te lo contamos a continuación en más detalle:


Biarritz, para los amantes de la historia

Hablar de Biarritz es hablar de casinos, balnearios, arquitectura imperial y grandes fiestas señoriales. Pero, en realidad, todo empezó en un rinconcito mucho más humilde de la costa vasca francesa, al que hoy conocemos como El Puerto de los Pescadores (“Port des Pêcheurs” o “Port Vieux” en francés).

Construido en 1870 para la entrada y salida de las embarcaciones de bajura, el Puerto Viejo se ha convertido, en la actualidad, en una pintoresca zona turística donde se puede disfrutar de pescado y marisco fresquísimo.

Y ahora sí. Para respirar el aire aristocrático y lujoso del Biarritz imperial, tu primera parada es el Hotel de Palais.

Iniciado en 1855, su futuro quedó incierto en el 1870 con la caída de la dinastía. Al marchar la emperatriz de Biarritz en 1880, el palacio se vendió y se convirtió en un lujoso hotel-casino, frecuentado por la realeza y nobleza de todo el continente europeo. Tan popular pasó a ser Biarritz entre la aristocracia europea que se la conocía como “la reina de las playas y la playa de los reyes”.

Aprovechando la popularidad de esta joya cantábrica, se construyó también el Casino Municipal, uno de los iconos del art déco mundial, y uno de los principales símbolos de Biarritz.
¿Cómo se abastecía a tanta realeza en Biarritz?
El Mercado Halles tiene la respuesta.
Construido en 1885, en el Mercado Halles, encontraban ya por aquel entonces, lo mejor de la tierra y del mar vasco-francés.
¡Si además de amante de la historia, eres un foodie de los buenos, el Mercado Halles tiene que ser tu primera parada en Biarritz!


Biarritz, para los amantes del mar

Al Mar Cantábrico, hay que respetarlo.
Es importante saber a qué playa debes acceder según la actividad de la que quieras disfrutar.

Si eres surfista...

La Plage de la Côte des Basques. Curiosamente, con la marea alta, la arena desaparece por completo bajo el mar, por eso es importante tener presente que salir de la playa con marea alta exige subir por las rocas y los acantilados que la enmarcan.

El acceso a la Playa Marbella tampoco es fácil, puesto que vas a tener que bajar muchas escaleras, pero ¡verás como te merece la pena cuando llegues a esta playa salvaje tan popular entre surfistas y body boarders.

Pero, si prefieres darte un bañito tranquilo en el mar...

La Grande Plage es el lugar ideal.
Situada en pleno Biarritz, a la Playa Grande se la conocía como la “Côte des Fous” (costa de los locos), por la cantidad de “enfermos” que querían beneficiarse de los efectos que las algas marinas en esta zona tienen para el cuerpo.


Biarritz, para los amantes de la gastronomía

El marisco, la gastronomía vasco francesa y el arte pastelero en Biarritz, ¡te van a perder! ¡Garantizado!

Para nuestra familia la pizzería des Arceaux, cerca de la playa y Miremont, es una visita obligada en Biarritz. Un local precioso con más de 40 años en los Arcos de Biarritz, donde sirven pizzas y lasañas riquísimas.

También nos encanta un café está regentado por hijos de emigrantes del País Vasco francés a Estados Unidos que han vuelto a su tierra, el Café Milwaukee. Ideal con niños por su menú infantil, tienen comida sana con un toque americano, hecha con ingredientes locales.



Biarritz, para los amantes de las buenas compras

¡Las tiendas y la oferta en Biarritz son a la vez, sorprendente y espectacular!
Paséate por la calle Rue du Port-Vieux, que te llevará también a la Rue Mazagran o Rue Gambetta. En cualquiera de ellas, encontrarás algunas de las mejores tiendas, bares y restaurantes de la ciudad, incluidas grandes marcas como Dior y Armani.

Dos veces al año, Biarritz celebra la una “Braderie”, y solo por eso ya merece la pena una escapadita a esta joya del cantábrico. Durante estos días, las tiendas sacan a la calle sus artículos de otras temporadas a precios reducidos. ¡El momento perfecto para planear una excursión a Biarritz!

¿Te animas a visitar Biarritz?

Si te alojas en Villa Argentina (lo cual ¡nos encantaría!), Biarritz está a tan solo 50 minutos.

Biarritz se encuentra a 6km de la autopista A63, que te lleva desde Burdeos a la frontera española. La carretera desde Villa Argentina atraviesa paisajes impresionantes.

Pásate unos días en Villa Argentina, en uno de los entornos más idílicos de toda España, y aprovecha la oportunidad de conocer este antiguo pueblecito ballenero que, estamos seguros que, como a la emperatriz francesa, te va a robar el corazón.
Haz tu reserva aquí hoy.
¡Te esperamos!

11 de mayo de 2017
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